Está claro que el proceso de exportación no es fácil y quiénes más interesados que los propios productores y distribuidores de fruta, que muchas veces ven perdidas todas las partidas por alguna deficiencia en el proceso.
Múltiples investigaciones se están llevando a cabo en términos logísticos para mejorar sistemáticamente todas las exportaciones frutales. Uno de los principales focos es la implementación de embalajes inteligentes, o denominados también SmartPac, cuya función es controlar el desarrollo de enfermedades al liberar compuestos según cada especie. También, la industria hoy está en la búsqueda de dispositivos que mantengan las condiciones sanitarias de la fruta, particularmente en aquellas situaciones en que la calidad se puede ver más vulnerada, como en puntos de inspección, y sistemas que flexibilicen la disponibilidad de contenedores con atmósfera controlada.
Otra innovación al respecto, tiene que ver con las investigaciones que se centra en detectar problemas o enfermedades de la fruta, mediante tecnología no invasiva, es decir, sin tocar o romper los productos, lo que significa que en un futuro cercano, será posible contar con innovadores herramientas que permitan escanear la fruta para determinar su exacto estado. Bajo este marco, es que la Universidad Católica, y según lo que cuenta un sitio de noticias nacional, se encuentra desarrollando en una tecnología no invasiva que mide el nivel de azúcar, fenoles o firmeza, en este caso en particular, de manzanas y kiwis y que ha permitido determinar si esta fruta tiene el corazón acuoso o pardeamiento interno.
Sin duda, uno de los grandes avances que se ha podido presenciar en el sector, lo provee también la empresa Oxyon, quienes han logrado utilizar elementos inocuos e inofensivos para la prolongación de la frescura de los alimentos, condición fundamental a la hora de exportar. El sistema consiste en un reactor que emite siete tipos de oxígeno reactivo para atacar distintos problemas, como los hongos y bacterias. Por otro lado, también se encuentra la empresa chilena Innvento, quienes desarrollaron el filtro Voronoi, el cual degrada el etileno que normalmente liberan las frutas y hortalizas y con eso, retarda la maduración de los productos y evita la aparición de problemas.